miércoles, 16 de junio de 2010

Hiroshima

Poco después el sol apareció de golpe como un trueno, como retumbando sin ningún sonido en el aire. Era el sol el mundo. Solo luz. Y calor.

Yo te miraba desde el puente bañada en color amarillo, naranjo hacia el poniente,
la ciudad, con ese aire un poco mas espeso de los sueños, con una memoria mas corta, vidas que se resumen en la expresión de un rostro humano